Los gofres, o «waffles» en inglés, son una delicia culinaria que ha ganado fama en todo el mundo. Aunque se pueden encontrar en muchas formas y variedades, los gofres belgas se destacan por su textura crujiente por fuera y su interior esponjoso. Originarios de Bélgica, estos gofres son un verdadero regalo para el paladar.
Ingredientes:
1 huevo
50 ml de leche o suero de mantequilla
50 g de manteca a temperatura ambiente
1 chorrito de esencia de vainilla
150 g de harina de trigo
50 g de azúcar
5 g de levadura fresca
1 pizca de sal
Modo de Preparación:
Preparación de la masa: En un bol, mezcla la harina, el azúcar y la sal.
En otro bol, batí el huevo con la leche, la manteca derretida, la levadura y el extracto de vainilla. Mezcla bien hasta obtener una mezcla homogénea.
Vierte la mezcla líquida en el bol con los ingredientes secos y revuelve hasta que la masa esté suave y sin grumos. No mezcles en exceso; solo lo suficiente para que los ingredientes se combinen.
Precalienta tu gofrera según las instrucciones del fabricante. Por lo general, se rocía con un poco de aceite o se unta con manteca derretida para evitar que los gofres se peguen.
Vierte una porción de la masa en el centro de la gofrera caliente. Cierra la tapa y cocina los gofres hasta que estén dorados y crujientes, siguiendo las indicaciones de tu gofrera. Por lo general, toma de 2 a 4 minutos.
Una vez que los gofres estén listos, sírvelos calientes. Puedes disfrutarlos tal como están, o agregarles ingredientes de tu elección, como miel, sirope de arce, Dulce de Leche, Nutella, frutas frescas o incluso crema batida.
Los gofres son una verdadera delicia que puedes disfrutar en cualquier momento del día. Ya sea para un desayuno especial o un postre reconfortante, estos gofres crujientes por fuera y esponjosos por dentro seguramente satisfarán tus antojos.
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