Esta receta es más fácil de lo que parece, y rinde muchísimo. Lo importante está en el horno y la magia en el relleno.
Masa:
250cc de leche entera
100gr de manteca
pizca de sal y azúcar
150gr de harina
4 huevos grandes
Crema Pastelera: Cantidad necesaria.
Baño de chocolate: 100gr de chocolate cobertura fundido con 100gr de crema en microondas
Preparación:
La masa se prepara poniendo a hervir la leche, azúcar, sal y la manteca, apenas rompe hervor se tira la harina y se revuelve formando un engrudo pesado sin grumos. Se cocina 1 minuto y se retira del fuego para pasar esta masa a un bol grande. Dejar enfriar un poco sin que llegue a temperatura ambiente (muy frío es complicado integrar el huevo, muy caliente se corre riesgo de que coagule). Una vez caliente pero no tan caliente (por debajo de 60°c) se agregan los huevos uno a uno revolviendo con una espátula de siliconas. Hasta formar una masa gomosa y tierna.
La pasan a una manga y enmantecan placas. Unas 3 pizzeras.
Prenden el horno a 200°c, semi industrial medio, hogareño entre medio y máximo.
Con la manga forman bolitas del tamaño de una nuez, separadas al menos por 4cm de la próxima bolita. Con una cuchara humedecida bajan los piquitos de la pasta.
Hornean hasta que doran, entre 20 y 25 minutos más o menos. Crecen un poco pero no más del doble. Ojo que se pueden quemar fácil con horno fuerte. Si está bajo se aplastan y no crecen. Esto es experiencia de cada uno con cada horno. Consejo: cocinar por tandas. Si sale bien, repetir, si quedan chatos subir horno, si quedan chicos y oscuros bajarlo.
Casi siempre se rompen en una parte y no es necesario abrirlos con cuchillo. Dentro estarán huecos debido al huevo que genera vapor al crecer.
Rellenar con otra manga, con pastelera, crema chantilly, crema de atún, pâte, o lo que se les ocurra.
Los grandes son copados para postres, y los chicos son mejores para salado (finger food).
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