La espelta es un cereal que cada vez se está usando más en panadería y repostería, no solo por la tendencia a cuidarse más que tiene la gente hoy en día sino porque ya se ha demostrado que este cereal es mucho más digerible que el trigo, nos aporta carbohidratos, proteínas, así como vitaminas del grupo B, magnesio, zinc , fósforo y hierro entre otros. Este magnifico pan casero con harina integral de Espelta es ideal para hacerte una tostada por la mañana, una bruschetta, o un sandwich ligero. Fijate los agujeritos que le quedaron … que esponjoso no???

Ingredientes:

Harina Integral de espelta: 360 gramos.

Harina Común: 90 gramos.

Agua: 300 ml.

Miel o melaza 1 cucharadita.

Levadura fresca 15 gramos.

Aceite de oliva 2 cucharadas.

Sal: 1/2 cucharadita.

Modo de preparación:

Poner en un bol grande y amplio las harinas común e integral y la sal , mezclar bien. Hacer un hueco y reservar.

3- Disuelva la levadura en media taza de agua apenas tibia, removiendo bien.

4-  Incorporar la levadura a las harinas y añadir el aceite de oliva. Integrar bien todos los ingredientes mezclándolos con una cuchara de madera o con las manos ( también se podría utilizar una máquina amasadora o máquina de pan) . Amasar unos minutos con energía , nos quedará una masa elástica y pegajosa. Poner la masa en el bol nuevamente y cubrirla con paño de cocina o film transparente. Nuestra masa deberá levar el doble de su volumen , en un lugar cálido de la cocina.

7- Pasado este tiempo, tomar la masa, amasar nuevamente para quitarle el gas de la fermentación y daremos un poco de forma y dispondremos esta masa en una bandeja para horno y dejar levar nuevamente hasta que vuelva crecer ( yo la dejé una hora) . Si se desea se pueden hacer 2 panes, dividiendo la masa a la mitad.

8- Llevar a horno precalentado moderado( 180 grados), calor envolvente de arriba y abajo, por unos 45 a 50 minutos. También es conveniente poner una bandeja con agua caliente unos minutos antes de poner el pan. Esto nos crea un efecto vaho dentro del horno, lo que ayuda a que el pan quede más dorado y crujiente. Se deja hasta el final de cocción del pan.